Un juego tradicional de Cantabria que probablemente muchos de nuestros lectores tienen olvidado y que no está mal recordar y enseñar a los más pequeños. Con muy poco y sin necesidad de ningún aparato electrónico, se pueden divertir y entretener.
Se trazan tres rayas paralelas en el suelo que tengan una distancia aproximada de un palmo entre ellas. Cada jugador coloca dos nueces en la primera raya y en la raya del centro colocaremos una nuez de menor tamaño que se llama “Mis”. Y detrás de la tercera raya, se sienta en el suelo un jugador para recoger las nueces que se tiran.
Fijado un punto de lanzamiento, cada jugador debe tirar dos veces. El objetivo del juego es desplazar las nueces que están en las rayas, la más importante el mis. Si algún jugador consigue desplazar el mis más allá de la tercera raya, gana todas las nueces. Si sólo pasas una nuez normal, sólo ganarás esa nuez.
Nos llama la atención que en el Valle de Cabuérniga, como si se tratase de unos dados en la mesa de un gran Casino, besar la nuez antes de lanzarla trae buena suerte.
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