Una construcción que duró 8 años y que finalizó con la apertura de puertas al público un 10 de Abril de 1904, un edificio de indudable valor arquitectónico construido a base de piedra, hierro y vidrio por los arquitectos Eduardo Reynals y Juan Moya en 1897, los cuales recibieron la Medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en honor a la magnífica construcción.
El solar donde se edificó, igual que el Ayuntamiento de Santander y la Iglesia de San Francisco, pertenecía al antiguo Convento de San Francisco. Tras la explosión del Cabo Machichaco en 1893, este proyecto formó parte de los objetivos de reforma de la ciudad.
El Mercado de la Esperanza, dedicado fundamentalmente a la alimentación, fue declarado monumento histórico-artístico en 1977.
Tras el incendio de Santander de 1941 se produjo la primera restauración importante, pues el viento había roto las vidrieras. La segunda reforma vino en los años 1970, cuando se proyectaron nuevas instalaciones y se cambió la cubierta por otra nueva y se sustituyeron los ventanales de hierro por otros de aluminio.
Actualmente, el mercado cuenta con unos 80 puestos en funcionamiento, dedicados a la venta de carnes, pescados, mariscos, frutas, verduras, embutidos, quesos, productos típicos, congelados, productos de herbolario, pan y café.
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